Un buen ramo es el mejor complemento para una buena mesa, y si es de porte alto y flor delicada, se convierte en el centro de todas las miradas.
El blanco, ese color que acompaña sin desmerecer a lo que le rodea. Elegancia, sencillez y bien trabajado, distinción y frescura.
Perfecto para tiendas de alta joyeria, para boutiques o para una cómoda en casa.